martes, 29 de septiembre de 2009
VANESA CARBONE
Cuando a Nicole Neumann le sobrevino el pánico que la alejó de las calles donde apretadas jaurías ululantes aguardaban para contemplarla en pieles, en su inmolada defensa del pellejo ajeno, el nombre de Vanesa Carbone saltó a la palestra. En primera instancia para suplir la carencia de calateo que la sublime jornada activista había previsto y en segunda, para que la ex playmate argentina alcanzara ribetes en titulares que antes por propia justicia de su estampa no lograba. A Nicole le costó una amenza sobre el cogote de su chihuahua, mientras que a Vanesita le valió el presunto affaire con el Apache, Carlos Tévez. Una vez disuelto el encanto, Vanesita viajó a Chile y apeló a la fórmula maestra: la noble defensa de las ballenas en aguas territoriales del arauco, las que reclama como santuario de cetáceos. Andá.
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